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la vela

concepción
el sol sobre los raulíes
concepción
el bíobío iluminado por un rosa crepuscular
concepción
tus ojos de madera en la lluvia
concepción
el gato en su silla, el crepitar de la chimenea
concepción, el frío del Pacífico guardián
concepción, tu amor en el letargo
concepción, una firma que sería para siempre
si no fuera por el tiempo
si no fuera por caminos
concepción
eras conce, eras el bosque cercano eras el mar
los buses el metro en Santiago y la gente
eras todo Chile para mí
tú eras la alegría meditada en el tiempo
el arrullo de la noche el viento en la piel
tu cabello abrigando mi pálido pecho en la penumbra
y en la espalda tus labios cicatriz
a lo lejos
y tan cerca
un deseo que arde en el silencio de mi alma

eros plantae

el sol como una pelusa amarilla

con olor a miel

el olor a aromos, sus flores como conejos amarillos diminutos, amarillo olor de primavera, olor de despertar y celo de la vida.

el rebullente sonido de las abejas en torno a las flores del ciruelo, que se abren tímidas, como asomando al mundo, naciendo de sus matrices-brotes.

la camelia tiene las flores abiertas y carnosas como un sexo, rojas y esparcidas, celebrando el final del letargo, llamando a revivir y saludar a madre Flora 

y los narcisos con sus trompas amarillas y blancas se amontonan como muchachos desaforados, la lavanda yergue sus diminutas flores orgullosa de ser la primera en colorear el jardín.