ADVERTENCIA: ud está por leer un blog sin filtros.

morning

armonías del jardín lleno de luciérnagas en la noche fresca
mi vestido blanco gira conmigo bordado de flores rosa pálido
bordado de brocado blanco
mis pies desnudos y pálidos de uñas pálidas
giran sobre el césped
húmedo de rocío
tu nombre gira en mis labios
rojos y húmedos de granada y de sueño
tu piel llena de gotas diminutas
de la lluvia que acontece este amanecer
tu voz suena entre los grillos
y abro los ojos sobre mi cama
y el invierno me recibe amoroso
y apareces como el fuego de la leña de un abrazo
nieve y bosque
beso y lago
frío y azul
alma de lucero, ven, entra en silencio a mi habitación.
escucha mi poesía descarnada.
yo te quiero, alma
te quiero desnuda
te quiero helada sobre el campo helado
te quiero sangrando sobre mi lecho
te quiero tibia húmeda transparente
te quiero posesa de un amor que llora
música de catedrales olvidadas
y cuerdas destempladas por el tiempo.
te amo alma
te amo en la oscuridad
te amo impaciente y deseada
te amo lagrimeante y feroz
te amo cálida y serena
te amo herida y huidiza
como una rama quebrada sobre la corriente
ven alma
ven y toma mi palabra
porque mi palabra será tuya
y mi cuerpo será tu refugio
ven alma
te espero
no tengo prisa
tengo un hueco donde entras
redonda y pequeña como un mundo
triste y clara como el amanecer
fumando en la cama se me cayó ceniza en las sábanas y escribí tu nombre para que esté acá a mi lado pero se borre
la soledad me hizo el amor una vez
pero me dio un orgasmo eterno
cuerpo de papel
y vos el agua donde me desarmé
y me hice bollitos de papel mojado

inutil

y arrugada

y gris
mis ojos tienen la medida de tu mirada
yo no sé si esto está bien o mal





a veces pasa
quiero correr en círculos alrededor tuyo
porque
siento que si no me muevo no me vas a ver





estoy invisible ante tus pasos
una mujer mira por la ventana
una mujer espera
una mujer en la penumbra
una mujer desencantada
una mujer vestida con harapos
de un amor viejo y descolorido
una mujer duele
una mujer anochecida
una mujer envenenada
una mujer sola

no tiene nombre

el vino corre por la sangre y por tus ojos corre la belleza,
te amo en la debilidad de despojarte, en la penumbra del deseo
(cuando tus labios dibujan un gemido de alegría, tu piel se eriza y tus piernas se entrelazan con las mías, cuando dejo de temblar para sentir tu abrazo cálido, cuando los besos se difuminan, cuando la lluvia deja de tocar su melodía, ahí y sólo ahí escondí un susurro pálido)
ahí y sólo ahí, en la veta de tu iris,
tus lunares y tu pecho.