ADVERTENCIA: ud está por leer un blog sin filtros.

yo pensé tu nombre antes de saberlo.
lo pensaba y me molestaba. por qué pensaba en ese nombre? qué tenía que ver conmigo?
como si fuera una polilla revoloteando en la luz, día y noche, me asaltaba la palabra, la rumiaba y la evitaba.
qué presentimiento advenedizo! qué sílabas intrusas! 
pedí amablemente que se retire, con su aguda acentuación y su calidad de histórica índole.
pero no quiso irse. comprendí que debía cruzarme, inevitablemente y como otras veces, con algo de alguna forma relacionarlo, con una sensación de haber estado donde no estuve nunca, con una ansia trémula de desanudar esa tortura.
y cuando lo vi dibujado sobre tu arte, lo único que sentí fue una claridad y una certidumbre, como si la piedra hubiese impactado con el gigante justo a tiempo, y cayera donde tenía que caer la victoria de la espera.
lo deletreé en mi lengua, saboreé su intensidad divina, y decidí que se iba a quedar conmigo, darle el espacio de la duda y la razón, y escribirle algo que ya había sido signado...