el sol como una pelusa amarilla
con olor a miel
el olor a aromos, sus flores como conejos amarillos diminutos, amarillo olor de primavera, olor de despertar y celo de la vida.
el rebullente sonido de las abejas en torno a las flores del ciruelo, que se abren tímidas, como asomando al mundo, naciendo de sus matrices-brotes.
la camelia tiene las flores abiertas y carnosas como un sexo, rojas y esparcidas, celebrando el final del letargo, llamando a revivir y saludar a madre Flora
y los narcisos con sus trompas amarillas y blancas se amontonan como muchachos desaforados, la lavanda yergue sus diminutas flores orgullosa de ser la primera en colorear el jardín.